Créditos de la imagen: EP/LAPRESSE.
La creciente sofisticación de las redes de narcotráfico ha quedado al descubierto con el reciente decomiso de cuatro toneladas de cocaína en un «narcosubmarino» que operaba entre Colombia y Ecuador. Este vehículo semisumergible permitía a los traficantes evadir la detección mientras transportaban grandes cargamentos de droga a través de las aguas internacionales.
La operación conjunta entre las fuerzas armadas de ambos países fue clave para desmantelar esta red criminal y evitar que la droga llegara a su destino final. El capitán de corbeta Julián Díaz, comandante de la estación de guardacostas de Tumaco, informó que la carga incautada tenía un valor de mercado estimado en 137 millones de dólares, lo que representa un duro golpe para las organizaciones narcotraficantes.
Esta incautación demuestra la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico y resalta la necesidad de continuar fortaleciendo los mecanismos de vigilancia y control en las áreas marítimas para prevenir el transporte de drogas ilícitas.
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