Lina Marcela Giraldo, gerente del Hospital Departamental María Inmaculada, expresó su inquietud ante la sobreocupación sin precedentes. Actualmente, hay menos 68 camas disponibles para atender las diversas urgencias que llegan al centro médico, lo que ejerce una presión significativa tanto en la capacidad operativa como en el talento humano disponible. Ante esta situación crítica, la funcionaria hizo un llamado a la comunidad, pidiendo paciencia y reservar el servicio de urgencias para casos vitales, asegurando que las autoridades de salud departamental y nacional ya están involucradas en la gestión de esta emergencia.
En sus declaraciones, Giraldo subrayó la esperanza de que la comunidad comprenda la gravedad de la situación. La sobreocupación no solo compromete la eficiencia del hospital, sino que también limita la capacidad del personal médico para brindar atención oportuna y de calidad en todas las urgencias. La gestión de esta crisis requiere la colaboración de todos para garantizar el cuidado adecuado de aquellos que buscan atención médica de emergencia.
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